¿Existe el pecado?
Cuentos y reflexiones de la vida

¿Existe el pecado?

¿QUÉ ES EL PECADO?

Hay quienes niegan que exista el pecado. Claro está que estas personas cuando pecan y sufren sus consecuencias, no son conscientes.

Pero el pecado exite y hoy veremos qué es.

El pecado es el rechazo del amor de Dios.

Se crea en Dios o no se crea, el pecado sucede cuando hacemos cosas que nos separan del Bien.

Las personas estamos constantemente amenazadas por cosas que nos hieren el interior y nos llevan a destruirnos por dentro con grandes tristezas y sufrimientos sin sentido.

Por ejemplo, después de una pelea o discusión con alguien, ¿se te ha puesto el corazón triste? Esto es por el pecado.

Podemos encontrar dos tipos de pecados:

El llamado pecado mortal que es un pecado grave que rompe la relación de amor con Dios.

Y el  venial que es menos grave (aunque sigue siendo pecado) y nos aleja y perjudica de alguna manera en esa amistad con Él.

¿Recuerdas cómo entró el pecado en el mundo por la desobediencia de Adán y Eva? Su actitud les hizo enfrentarse a Dios y eso es lo que nos pasa también a nosotros.

Dios nos ha dicho el camino para ser felices, o sea, los mandamientos, pero somos tentados por el Demonio al igual que hizo con Eva disfrazado de serpiente.

EL PECADO NOS ALEJA DEL AMOR DE DIOS.

Ese pecado nos hace alejarnos de Dios, del amor de Dios y nos mete en un estado con un gran dolor interior por esa herida.

Todos pecamos, absolutamente todos.

Algunos somos más conscientes y otros ni se dan cuenta, pero todos de una manera  u otra, sufrimos las consecuencias dentro de nuestro ser. También con nuestro pecado provocamos dolor a los demás, mediante palabras o actitudes hirientes.

Cuando pecamos no solo nos hacemos daño a nosotros. Siempre repercute en los demás y la semilla de ese mal les puede también hacer a ellos pecar.

Es como si fuese algo que se contagia de unos a otros.

Cuando le dices a alguien tonto, por ejemplo, ya estás pecando. Si dices al maestro que no has hecho las tareas por alguna excusa y no es cierto, estás pecando. Cuando no ayudas a ese amigo a hacer un trabajo porque te cae mal, estás pecando. Como ves, el pecado es algo diario.

Algunos creen que pecar es no matar, no robar y poco más, pero, al fin y al cabo, es no amar. Y ten en cuenta que si insultamos, si mentimos o si no ayudamos o incluso criticamos,  no amamos a esas personas. Porque amar se puede hacer de muchas formas y a muchas personas como te explico aquí.

EL PECADO TIENE CONSECUENCIAS

Nuestro mundo, en el que hay muchas personas que no creen ni en Dios, ni en el pecado, está lleno de actitudes egoístas que son pecados que se contagian unos a otros con terribles consecuencias, por ejemplo, el hambre, pobreza, injusticias y violencias.

Algo que hay que tener en cuenta es que  para que seas responsable de ese pecado has de hacerlo libre y conscientemente. No se puede considerar pecado algo que te hayan obligado a hacer pero que tú no querías.

Cuando se hace o dice algo de lo que no tenías conocimiento de que fuesen pecado, se considera venial.

Es decir que para que sea pecado grave has de hacerlo por propia voluntad.

Volviendo a los ejemplos anteriores. Imagina que no sabes que está mal decirle tonto a alguien. Es un pecado porque estás insultando y faltándole al respeto a esa persona, pero no tienes la culpa.  Esto no quiere decir que no tenga consecuencias.

Pecar es alejarse del amor de Dios, del Bien. Por lo tanto, como te decía, pecar consciente o inconscientemente, sabiéndolo o no, te aleja de la felicidad y te hiere el corazón.

CRISTO SALVA DEL PECADO

El único que puede salvarnos del mal  es Cristo. Porque precisamente vino para eso.

El sacramento del Bautismo nos borra ese pecado original del que hablamos en la clase de la entrada del pecado en el mundo.

Sin embargo, las consecuencias quedan. Te has hecho alguna vez alguna herida y se ha quedado la cicatriz? Pues eso mismo sucede con el pecado. Como continuamos pecando cada día, necesitamos el sacramento de la reconciliación, (del que hablaremos en otra clase), para que se nos borre ese pecado, o sea, nos cure la herida. Mediante este sacramento le pedimos perdón a Dios por esos pecados.

El pecado, finalmente, nos hace entrar en una especie de muerte interior. Cuando decimos que Cristo murió y resucitó por nosotros para salvarnos se refiere a esto también. No solo nos abrió las puertas del cielo con su resurrección. Si no que nos regala el perdón de los pecados, librándonos de esa tristeza y sufrimiento interior que tenemos, con una nueva vida cada día para asi alcanzar la felicidad.

El mundo sería completamente distinto si todos nos dejáramos abrazar más por el amor de Dios y lucháramos por no llevar una vida llena de pecados, rechazándole así.

PRACTICAMOS LO APRENDIDO:

Haz una lista con las actitudes que crees debes «cortar» porque son pecados y cada semana intenta reducir esa lista. Ya sabes que si le pides ayuda a Jesús te resultará más sencillo pero sin olvidar que hay pecados más difíciles de eliminar por lo que has de ser muy paciente.

Al final de cada semana haz examen de conciencia para ver cuánto te has esforzado en tus propósitos y en qué tienes que mejorar.

Puedes mandarme un correo si tienes dudas sobre algo a: areareligioncatolica@gmail.com

Un saludo, la paz y hasta la siguiente clase:

ALICIA BEATRIZ MONTES FERRER

2 Comentarios

    • Alicia Beatriz Montes Ferrer

      Hola Giordano!! Muchas gracias. NO resulta sencillo tratar este tema pues daría para libros, pero estas breves pinceladas nos pueden ayudar a entender mejor qué es el pecado y así, poder explicarlo a los niños con palabras más sencillas.
      Muchas gracias por su aportación.
      Un cordial saludo:

      Alicia Beatriz Montes Ferrer.

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