El sentido de la fiesta de la navidad
Adviento y Navidad

El sentido cristiano de la Navidad tan olvidado.

La fiesta de la Navidad es fabulosa. Pero, ¿qué se celebra realmente? ¿Qué sentido tiene para tí?

Son tantos y tantos siglos los que se lleva celebrando la navidad que sorprende que aún continúe presente en nuestras vidas esta gran fiesta. Aunque quizás sin su verdadero sentido.

Se ha convertido en una tradición, una costumbre, incluso para algunos algo que se hace «porque toca».

Vamos a analizar qué se celebra en la Navidad porque, tanto creyentes como no creyentes, la celebramos.

El «espíritu navideño» del que tanto se habla no tiene que ver con el sentido de la fiesta de la Navidad cristiana.

Los no cristianos suelen hablar de un espíritu navideño. Su origen se remonta a la cultura celta en la que se celebraba la llegada del invierno el 21 de diciembre. Se le pedía esa noche una serie de favores a ese ser, ese espíritu.

Dicen que actualmente tiene relación con dos energías: la de dar y recibir y la de agradecer. Por esto a nuestro alrededor observamos tantos gestos de solidaridad con los necesitados, visitas a familiares, entrega de regalos…

Pero este espíritu navideño no tiene nada que ver con lo que celebramos los cristianos.

Nosotros, también tenemos gestos de agradecimiento, pero principalmente los hacemos a Dios que nos ha dado la vida y todo lo que tenemos: amigos, familia, un trabajo, un hogar…la vida. También somos solidarios con los más necesitados, pero lo hacemos por caridad, no por compromiso, y los tenemos pendientes todo el año, no solo en Navidad.

Al fin y al cabo, nuestra energía no viene de unas acciones que salen de nosotros mismos, si no de el amor que llevamos en nuestro interior, el amor de Dios, que nos mueve a amar a los demás, al prójimo.

El significado de la Navidad

Yo quizás sea de una raza extraña, pues tengo la rara costumbre de que cuando celebro algo lo hago sabiendo qué es lo que estoy festejando, su origen, y tengo en cuenta que sea acorde con mis principios y valores. Tal podría ser el caso del significado cristiano del árbol de navidad, como te cuento aquí. O el origen de la fiesta de Todos los Santos y el día de los fieles difuntos.

En caso contrario, evidentemente, no me interesa participar. (Por ejemplo, en mi casa no se celebra Halloween. Ni que decir tiene que no es de mi cultura y que sus raices son oscuras y satánicas).

Eso de dejarme llevar por la marea, porque lo hace todo el mundo o porque siempre se ha hecho… no va conmigo.

Nos vamos dejando arrastrar por este espíritu navideño vaciando de su esencia a la Navidad.

El pesebre tiene un sentido maravilloso que nos invita a adentrarnos en la vida y misión de Jesucrito. En este artículo aprenderás más y te puede ayudar para enseñarlo a los hijos o nietos.

Llega la fiesta de la Navidad y también se intenta despojarla de su sentido cristiano.

Lo que suele decirse es que lo importante es estar este tiempo en familia, ser generosos unos con otros, tener en cuenta a los necesitados… y por supuesto que es así, aunque se puede quedar muy corto.

Hace unos días hablaba con una amiga, muy querida, no creyente. Me decía que lo que celebra es la felicidad de la cual está muy falta este mundo. Lo cual es muy cierto. Sin embargo cuando le pregunté quién le da esa felicidad, me contestó que ella misma.

Y ese es el problema principal que hay hoy en día a mi parecer. No se conoce la verdadera felicidad, su origen.

Hemos quitado a Dios de nuestra vida y nos hemos puesto nosotros en su lugar.

¿De verdad se puede pensar que se puede por uno mismo dar felicidad siempre a los de alrededor?.

La realidad muestra otra cara… sociedades cada vez más tristes pero que buscan la diversión a tope, sexo, borracheras, drogas y cuando llegan fiestas como la navidad, compras, compras y compras… y por la noche más fiesta… Al día siguiente se sigue estando igual de triste y vacío en el interior (aunque se intente disimular), con la misma vida que pesa porque hay cosas que se cambiarían y no se puede, pero, como dicen: que te quiten lo bailao, que la vida son dos días y hay que disfrutarla y ser positivos,  ¿no es así? ¿Eso es ser feliz? ¿Eso es la Navidad?

Es muy triste ver que llega la fiesta de la Navidad y ese Niño Dios importa bien poco. Es más, incluso S. José es un estorbo por lo que ya se hacen Belenes, muy feministas, sin el padre. Es decir, una familia monoparental. ¿Qué sentido tiene ésto?

Primero necesitamos llenarnos de la verdadera felicidad para poder regalarla a los demás. Y esa tiene su origen tan sólo en el Amor de Dios. Sólo amándolo a Él como lo primero, tal y como nos enseña la oración del «Shemá Israel», tenemos asegurada esa felicidad.

Pero, pensemos un momento ¿realmente se puede borrar el sentido verdadero de esta fiesta?

Todos conocemos que en la fiesta de la Navidad se celebra el nacimiento de Jesús. Para cuyo sentido nos preparamos en el Adviento. Cuyo sentido y significado en la Biblia podrás encontrar aquí.

Incluso conocemos el relato biblico que narra este hecho histórico y verdadero:

» Y mientras estaban allí (en Belén) le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en la posada». (Lc 2,6ss)

Bueno, rectifico, a todos conocemos me refiero a los que crecimos en una sociedad donde los valores cristianos no eran pisoteados, al contrario, se respiraban aún en muchos sectores sociales por ser fuente de defensa de la familia, el matrimonio, la vida, la educación integral.

Sociedad portadora de valores como el respeto a la vida, a todas las personas independientemente de su sexo, raza, condición social o religión.

Una sociedad en lo que lo normal era cantar villancicos con los que aprendías la historia del nacimiento de Jesús, de los Reyes Magos… vestidos de pastorcillos y tocando la pandereta.

Era normal ir a la misa del gallo y celebrar como es debido esa noche, el nacimiento de Jesús, con toda la familia, cantando y rezando. Feliz por el gran acontecimiento.

El sentido de la fiesta de la navidadY también hacíamos el Portal de Belén y el árbol de navidad en casa, todos juntos, comprendiendo así mejor qué estábamos celebrando, el sentido de esta fiesta.

Ya no hay ni panderetas, ni villancicos ni adornos navideños… ya todo está perdiendo su sentido y su importancia. Porque si no se celebra cristianamente, ¿qué sentido va a tener hacer eso año tras año?

Bueno, en realidad sí hay adornos navideños… Papa Noel lo tenemos hasta en la sopa. En las actuaciones de los colegios es frecuente que los niños vayan con ese gorrito blanco y rojo.

Además el hecho de adornar los negocios anima a más compras compulsivas. Y de los nuevos villancicos mejor ni hablar si nos ponemos a escuchar las letras…

Y yo me pregunto, si no se pisa una Iglesia, ¿qué vamos a celebrar en la Navidad? Ahora se insulta a la Iglesia: racista, xenófoga, homófoga… y no sé cuantos más «piropos».

Hace unos años era una sociedad donde aún en la fiesta de la Navidad, se detenía uno ante el misterio de ese Niño Dios en un humilde pesebre, apreciando su verdadero sentido: Un Niño que nos muestra el camino para poder alcanzar la Gloria de Dios mediante la vida sencilla, generosa, humilde…

No se prohibían los belenes en los colegios, cantar villancicos con el nombre de Jesús. No se le prohibía al maestro de religión hacer una representación navideña con el sentido verdadero del nacimiento por ser causa, según dicen algunos, de ofender a los no creyentes…

Ahora ya hay muchos niños  que esperan con gran ilusión el día de Papa Noel o los Reyes Magos para hartarse de juguetes, pero ni siquiera saben por qué se los regalan. Nadie se los ha explicado. Aquí te explico su significado verdadero.

Sus familias no son creyentes, no van a la Iglesia, no están apuntados a clase de religión ni a catequesis… no tienen ningún referente que les haga saber qué se celebra en estos días donde las calles brillan con multitud de luces.

Tan sólo la publicidad de la televisión es la que les muestra una realidad que cada vez más personas viven: la Navidad es  un tiempo para comprar, reunirse con amigos  y familiares y recibir regalos.

El sentido de la fiesta de la navidadEs decir, la fiesta de la Navidad ha adquirido un sentido de consumismo y, muchas veces, hipocresía. Un sentido opuesto a su verdad. Ese es el espíritu navideño que se respira.

( Hay familias que durante el año apenas tienen contacto pero esos días es casi obligatorio estar juntos y además con buena gana y sonriendo)

Pero yo no puedo dejar de hacerme la misma pregunta una y mil veces:

¿Para qué te sirve celebrar la navidad si no tiene nada que ver con tus creencias?

A mi no se me ocurriría celebrar el Pagha Puja aunque viviese en Tailandia. Tampoco el Ramadán.

¿Qué se celebra en la fiesta de la Navidad? ¿Cuál es su significado?

De una manera u otra, esta pregunta ya la hemos contestado: el nacimiento de Jesús. Qué pesados con lo mismo, ¿no? El mismo cuentecito todos los años…

Esto es lo que pensará más de uno que no ve más allá de su pequeño mundo que se ha fabricado alrededor: Jesús es un pegote, un montaje para vender, para atrapar adictos, para consolar conciencias temerosas…

Ya lo decía San Juán en el prólogo de su Evangelio:

«Vino a su casa y los suyos no lo recibieron» (Jn1,11)

Pero tal y como nos recuerda Benedicto XVI en su fabuloso libro «La infancia de Jesús«, Jesús no fue recibido ni siquiera antes de nacer, no encontraban posada sus padres la noche en que nació.

El mensaje que nos deja es claro: Jesús no pertenece a este mundo, un mundo materialista, donde lo que importa es el tener, el éxito, el ganar un buen sueldo, hacer buenas compras y cenar grandes manjares.

Todo el que busque eso en su vida no puede abrirle la puerta a Jesús cuando le llame. Su corazón ya está ocupado.

Para acoger a Jesús, para poder celebrar la fiesta de la Navidad en su verdadero sentido hemos de tener un espíritu sencillo, un corazón humilde.

Tan humilde como ese Niño Dios que nació entre animales, en un lugar pobredumbre, sucio, sin nada más que el amor de sus padres.

Un corazón humillado no lo desprecia el Señor, como nos recuerda el Salmo 50 Misericordia mía

Jesús se revela en un lugar incómodo, donde los poderosos del mundo no entrarían. Esto tiene un profundo sentido para nuestras vidas.

Vivimos en un mundo que busca la comodidad, el lujo, el poder… un mundo donde para ser aceptado has de dar la talla o, en caso contrario, te dan la patada.

Pero nosotros, al igual que Jesús, somos ciudadanos del Cielo  nos desprecian por esto. Por vivir con la mirada alta más allá de las verdaderas miserias que da la vida superficial y vacía.

Por eso es por lo que en estos días navideños, especialmente en las lecturas, se hace referencia a esa humildad que necesitamos para recibir a JESÚS en la fiesta de la Navidad con su verdadero sentido.

Sólo reconociendo nuestras limitaciones, nuestra incapacidad de amar realmente, viendo nuestros pecados, sólo así podremos dejar de mirarnos a nosotros mismos y contemplarlo a El: Dios hecho hombre, uno más como nosotros. Reconociendo en Él al que verdaderamente nos puede salvar de este mundo tan hipócrita, tan lleno de mentiras y pobredumbre.

Observando a ese NIÑO DIOS, con una mirada humilde y sencilla, podremos realmente comprender y vivir la verdadera NAVIDAD, la verdadera venida de Cristo a nuestra vida que tiene lugar todos los días.

Espero y deseo que así sea. Que esta Navidad puedas encontrarte en tu vida con ese Niño que se hace presente, no sólo en ese pesebre, si no en tu propia vida aunque no le abramos las puertas en tantas ocasiones.

Si te ha ayudado a saber un poco más, compártelo!!

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Un saludo, la Paz y hasta pronto!!

ALICIA BEATRIZ MONTES FERRER

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