La ideología de género y los docentes
La violencia, el acoso, las faltas de respeto o las burlas, son una realidad en la sociedad. No solo en las escuelas, institutos o universidades entre los niños, adolescentes y jóvenes, como sabemos los maestros. Lo estamos viendo también entre adultos, en el mundo del cine, en la política y entre compañeros de trabajo. ¿Tiene que ver el género en esto?
Erradicar esto se intenta hacer con cientos de programas educativos. Eso estaría muy bien si no llega a ser porque el enfoque que se le está dando perjudica más que beneficia.
Hacer actividades que ayuden a los alumnos a respetarse, a amarse a sí mismo, a valorarse y hacerse de valer por los demás sin dejarse pisotear o utilizar, está estupendo.
Estos valores se extrapolan a todas las áreas y situaciones de nuestra vida: en las relaciones con los amigos, con la familia, con los compañeros del trabajo, con conocidos…
Entonces, ¿dónde está el problema de los programas educativos?
El problema está en que a los maestros se les ha colgado un papel que no les corresponde.
Como bien conocen los maestros ya informados, el sexo, la sexualidad, las relaciones sexuales, las orientaciones sexuales y de género… se han convertido en el centro de los proyectos sobre los que descargar toda la artillería feminista e ideológica. Diversos modos de entender la sexualidad, el autoerotismo, las relaciones sexuales en edades tempranas, encuentros esporádicos sexuales o más continuos, relaciones con personas indistintamente del sexo. El deseo y el placer como máximo a alcanzar, la anticoncepción, el aborto….
Y todo enmarcado y bien atado con todo el abanico de leyes que respaldan la intromisión del género en la educación.
¡Sí!, ahí está el problema querido maestro: en la ideología de género metida en nuestras aulas.
Los maestros estamos para enseñar, instruir en materias que les aporten un conocimiento y una cultura general que enriquezca a nuestros alumnos. Para que puedan el día de mañana desplegar sus talentos en su futuro laboral y en sus hogares. Para que sean hombres y mujeres maduros y de provecho, que sepan enfrentarse a las diversas situaciones de la vida con resolución, fortaleza, seguridad y esperanza.
Los maestros disfrutamos viendo como nuestros alumnos aprenden aquello que nosotros les ofrecemos. Cómo se esfuerzan por mejorar.
Estamos a su lado en momentos muy divertidos, en días festivos, pero también cuando se les presentan conflictos con compañeros, cuando tienen un mal día o cuando se sienten derrotados.
Todos los maestros queremos lo mejor para nuestros alumnos. Esto incluye que no experimenten situaciones de discriminación, maltrato o abuso. Que nadie se sienta excluido del grupo de compañeros, que todos se socialicen, que se diviertan y participen en todas las actividades sin sentir que no valen, no pueden o se van a reír.
Todos los maestros sufrimos con ellos cuando les vemos tristes, cuando sabemos de sus sufrimientos por problemas familiares o cuando no se sienten aceptados.
No queremos que haya violencia ni acoso. Bajo ningún pretexto, por ningún motivo, todos queremos acabar con esas situaciones porque nos importan nuestros alumnos.
Si uno es blanco o negro, si tiene gafas o es albino. Si uno es cojo y este es gordo. Si aquella es bajita y la otra demasiado delgada…
Las etiquetas hacen mucho daño, las burlas, los desaires, las malas miradas y las bromas pesadas…
Todo esto no lo queremos en nuestros colegios. Trabajamos día tras día para que el colegio sea un lugar en el que ellos vayan cada mañana con gran alegría. Para que sean unas horas en las que aprendan a la vez que se divierten. Para que el día de mañana, recuerden con cariño y agrado esos años de su infancia y niñez.
¿De verdad que hace falta explicar a los alumnos que el coito no es lo principal que se ha de buscar en una relación sexual pues hay otras formas de estimular y dar placer a la pareja o a sí mismo? ¿Es necesario exponer a adolescentes, aún inmaduros, a películas que muestran relaciones sexuales lésbicas, escenas violentas machistas y mensajes subliminales contra la religión católica, que pueden incluso herir su sensibilidad?[1] ¿Es un modo de erradicar la violencia sosteniendo que existen muchas actitudes “micromachistas” que se van colando sutilmente, provocando miedo, confusión y confrontación de sexos? ¿Es necesario decirle a los niños que, incluso el hecho de que tenga el hombre el mando de la televisión es una forma sutil de violencia hacia la mujer?[2]
Los maestros ante los abusos de género
El machaqueo constante sobre las orientaciones sexuales y de género, así como los modos de entender la sexualidad distinta a la heterosexual impuesta por el patriarcado, (como afirman hasta la saciedad), no va a evitar que no se respete a los homosexuales o transexuales.
Por que ahí es donde está la clave: el respeto se ha de enseñar, no por su sexo, si no por todo, por ser persona. Y esto ya se hace en los colegios. No hace falta que venga ningún colectivo a decirnos cómo lo tenemos que hacer.
El secreto está en enseñar a aceptar a los demás, no por miedo, presión, coacción, amenazas o lavado de cerebro .., si no por amor.
¿Por qué no se invierten estas escandalosas cantidades de dinero que se emplean para dar cobertura a todos los programas de género en fomentar una educación que engloben todos los valores que nos ayudan a respetarnos y comportarnos como personas?
¿Por qué no se invierte en programas educativos, bien elaborados en este sentido, tal y como ahora se usan para explicar la masturbación o lo violentos que son los hombres?
No importa si eres trans, homo, hetero, nada o todo. Eso no nos importa a los maestros, porque a todos nuestros alumnos, independientemente de su raza, sexo, religión, cultura… nosotros los tratamos por igual, los respetamos y queremos enseñarle esto mismo a ellos. La ideología de género aquí no tiene cabida.
No necesitamos para ello programas educativos elaborados por colectivos LGTBI. Ellos no tienen que venir a nuestras aulas para decirnos cómo tenemos que educar en el respeto y la igualdad.
Los maestros no necesitamos programas hechos por feministas de género que, en su inmensa mayoría, odian a los hombres, fomentan el lesbianismo y quieren acabar con la familia y el matrimonio hombre- mujer- hijos.
Maestros manipulados con la ideología de género
A los maestros se nos está manipulando con la ideología de género y los políticos lo saben. Pero para ellos, que es crucial tomar el poder de la educación para imponer su ideología, les importa bien poco nuestro trabajo y nuestra vocación.
La realidad es que muchos de los docentes no tienen ni idea de qué hay detrás de la palabra género. No conocen el objetivo real que se pretende llevar a cabo mediante la imposición de esta perspectiva de género en las mentes moldeables e inocentes.
La igualdad que ellos creen estar apoyando no es tal como suena la palabra. No es una igualdad del sexo masculino con el femenino. ¿De verdad alguien se va a creer que tienen distinto trato, privilegios o posiciones por ser hombre o mujer? No. La igualdad es hacer creer a los alumnos que son un puro género: un ser andrógino, sin sexo determinado, tan sólo el elegido al antojo, al deseo.
En este enlace te explico el origen y verdad de la igualdad de género.
Una igualdad que se implanta animando a los alumnos a huir de las relaciones heterosexuales probando con personas de igual sexo. Que eviten los embarazos pero que existe el aborto legal y gratuito como alternativa. Que con los hombres hay que andarse con cuidado porque son violentos y machistas y que, si no se siente bien con su cuerpo, no hay problema porque puede operarse, amputarse el peno o extirparse las tetas y con dosis de hormonas inhibidoras del desarrollo biológico de hombre o mujer, de por vida, van a poder cumplir el sueño de su vida.
Mentiras y engaños que les van a arrastrar a una vida esclava del sexo, del placer, la insatisfacción permanente y un vacío interior aplastante.
Eso no es igualdad porque entre otras cosas, discrimina, rechaza y denuncia, a todos aquellos maestros o padres que no piensan así, como ese pensamiento totalitario impone que sea igualitario para todos.
Esa es la igualdad real que quieren: que todos pensemos, actuemos y vivamos la vida con esa ideología de género metida en todas y cada una de nuestras células.
Pero los maestros, no somos una moneda de cambio a usar para los intereses políticos de unos cuantos.
Nuestra labor educativa como maestros debe ir por una línea bien distinta a como está derivando. En temas morales y sexuales, referentes principalmente a la ideología de género, no debemos emplear nuestro tiempo, talento y energías.
¿Y las familias no pintan nada en la educación de sus hijos frente a la ideología de género?
¿Por qué no invertir en profesionales que apoyen a cada centro escolar de un modo permanente para orientar a padres y alumnos?
Muchas, por no decir todas, las desviaciones de conducta que dan lugar a faltas de respeto, acoso y violencia, son generadas por una incorrecta educación o algún problema que se podría subsanar aportando la ayuda pertinente a las familias.
Hay padres que están desorientados, se ven incapaces de corregir al hijo adecuadamente.
¿Por qué no invertir más dinero en programas educativos que refuercen en los alumnos valores y virtudes sin tener que inmiscuirse en temas de con quién se meten en la cama o qué les da placer?
¡¡¡No hay derecho a hacerle esto a los niños!!!
No podemos permitir que a los maestros se nos utilice para imponer estas mentiras destructoras del género.
¿De verdad alguien se va a creer que así se va a terminar la supuesta discriminación y violencia de género que sufren los LGTBI, (que no es tal) ? ¿Los maestros no tenemos nada mejor que hacer?
NO, así no. Porque la violencia se erradica con amor y no imponiendo ideas.
Así que, si eres maestro, te invito a que lo reflexiones, a que investigues y te informes bien si aún no conoces la verdad de qué es la ideología de género.
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Un saludo, la Paz y hasta muy pronto:
ALICIA BEATRIZ MONTES FERRER
[1] Ver películas recomendadas en la Guía educativa para la ESO. NI OGROS NI PRINCESAS.
[2] Guía didáctica de ciudadanía con perspectiva de género. Instituto de la mujer. Actividad pág. 65. “La pirámide de la violencia”.
2 Comentarios
Ramiro
Gracias por tus valientes articulos. No dejes de escribir!
Alicia Beatriz Montes Ferrer
Gracias Ramiro por los ánimos. Realmente de vez en cuando vienen bien unas palabras por parte de los lectores para saber que lo que escribo es bien recibido. Es necesario no andarnos con tonterías y hablar con claridad ante lo que tenemos alrededor, por esto escribo. Para ayudar al máximo a que estemos informados. Gracias por su aportación. Un saludo y hasta pronto.