La igualdad de género es un término inventado a finales del siglo pasado.
Se propuso para erradicar los estereotipos sociales que habían en la sociedad por aquel entonces.
La realidad es que esto era más bien fruto de la envidia hacia el hombre, e incluso podríamos hablar de odio hacia todo lo masculino.
Qué son los estereotipos sociales.
Según unas mentes iluminadas de los ideólogos del género, los estereotipos sociales vendría a ser aquellas ideas aprendidas en la sociedad, impuestas por el hombre opresor y abusador de la mujer. Etiquetas que discriminan a la mujer, como pudiera ser que es delicada, menos fuerte que el hombre, más dada al cuidado de los demás, mantener la belleza… (cosas malísimas, según les parece).
Los estereotipos no tienen que ver con la naturaleza humana, sino que son culturales, se han ido construyendo y evolucionando a lo largo de la historia. (Programa educativo Skolae Navarra)
Igualdad de género: mujeres igual que los hombres.
Según sostienen, siempre se ha dado mayor valor social al papel del hombre. A la mujer se le ha tenido relegada a un papel secundario, privado, en el hogar y la crianza de los hijos. Lo cual no es del todo cierto, ya que muchas mujeres nos han dejado su huella en la historia como verdaderas heroínas. Sin embargo, aunque el hombre era el más visibilizado no por ello la solución es la igualdad absoluta como pretenden hacer eliminando las características femeninas y hacernos una especie neutra.
La realidad actualmente es bien distinta. ¿Acaso conoces alguna mujer a la que se le obligue a quedarse en casa cuidando a los hijos? ¿o que no pueda acceder a puestos de directiva? ¿o que no pueda ser militar o albañil?
A algunas mujeres, como a Simone de Beauvoir (1908-1986), estas diferencias presentes en su época, no les gustaba ni un pelo. La envídia les corroía por lo que decidieron buscar la igualdad acabando con esos estereotipos.
De ahí surgió todo lo que conlleva la perspectiva del género y la igualdad de género, eliminando el sexo, sus diferencias.
¿Recuerdas cómo entró el pecado en el mundo? La envídia de Adán y Eva por no poder ser como Dios hizo que entrase el pecado original.
La envidia hacia el hombre por su papel ante la sociedad y la repulsión hacia la maternidad, el matrimonio, los hijos, la familia y en no pocos casos, los hombres, idearon la ideología de género.
Algunos documentos precursores de la eliminación de los estereotipos y hacia la igualdad de género.
Se fue montando toda una torre de babel a nivel mundial sin ningún tipo de escrúpulos ante tanta mentiras.
Desde La Asamblea de las Naciones Unidas ya se comenzó a introducir esta idea de acabar con todo tipo de discriminación hacia la mujer. El 18 de Diciembre de 1979 se aprobó la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discrimanción contra la mujer. Suena muy justificable este objetivo, lo que no se sabía eran las intenciones reales que escondían estos documentos.
«La igualdad feminista radical significa (…) que las mujeres -al igual que los hombres- no tengan que dar a luz…» (Alison Jaggar. Nacida en 1942. Filósofa feminista muy activa con numerosas obras publicadas.)
Estas ideas consiguieron introducirse en los documentos de la ONU en la Conferencia de Beijin (Pekin) en 1995, Así, oficialmente, pasarían a cada uno de los países miembros para expandirlos por medio de sus gobiernos. Claro está que aportando para ello elevadas sumas de dinero en subvenciones.
Hay que recordar que cuando se dice «igualdad de derechos» no se refiere a los derechos ya existentes. Pues evidentemente somos todos iguales, o deberíamos ser iguales en Derechos. Se refieren a los nuevos derechos del género: derecho a autopercibir el propio género o sexo sentido, derecho a abortar, derecho a tener libertad sexual desde la infancia, derecho a cambiarse de sexo sin consentimiento de los padres si son menores, y un largo etcétera.
Poca a poco estas ideas de que las personas debemos ser iguales exactamente en todo, fue tomando realidad en la enseñanza y que ya están visibles en los colegios de nuestros hijos.
La eliminación de todo concepto estereotipado de los papeles masculino y femenino. En todos los niveles y en todas las formas de enseñanza. Mediante el estímulo de la educación mixta y de otros tipos de educación que contribuyan a lograr este objetivo y, en particular, mediante la modificación de los libros y programas escolares y la adaptación de los métodos en enseñanza”.
En 1990 se promulgó la Ley Orgánica de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE) de 3 de octubre. Por primera vez en la legislación española, se comenzó a introducir en el currículo una educación encaminada hacia la erradicación de estas discriminaciones y desigualdades.
Recuerdo que se busca una igualdad hacia personas sin un sexo determinado para poder elegir el rol social que nos apetezca. Esto abarca también el travestismo, homosexualismo y todo el mundo del colectivo LGTBI que también reivindican hacer, sentir y pensar lo que quieran. (Y faltaría más, pero no por ello todos tenemos que obligatoriamente tener el mismo pensamiento).
Actualmente es una realidad ya en prácticamente todos los programas educativos de la escuela pública y concertada en España y Europa.
Su implementación será de forma transversal en todas las materias, tal y como apreciamos, por ejemplo, en el plan de Igualdad de la Junta de Andalucía.
La perspectiva de género debe impregnar la gestión y medidas que lleve a cabo la Administración Educativa.
Supone también la inclusión de la perspectiva de género en la elaboración, desarrollo y seguimiento de todas las actuaciones que afecten, directa o indirectamente a la comunidad educativa.
Mediante el martilleo incesante, se regula y controla todo lo que los alumnos hacen, sienten, dicen y piensan. De este modo se aseguran que nadie se salga de esta ideología. Sus mentes y corazones inmaduros aún y vulnerables, creerán con facilidad que esa es la realidad y a lo que deben aspirar en sus vidas. Serán engañados y como nuestros primeros padres, caerán en el pecado que los irán destruyendo por dentro.
De esta manera lograrán formar todo un ejército de ciudadanos con las ideas que el Gobierno quiera inculcar para su interés particular: la educación escolar hoy no deja de ser el espacio privilegiado para la construcción de una nueva ciudadanía.
Resulta curioso apreciar cómo culpan a la familia como foco y origen de la discriminación hacia la mujer:
Las primeras diferencias en función del sexo entre las mujeres y los hombres se establecen y se evidencian en el contexto familiar. Estas diferencias son fruto de los prejuicios y de las actitudes sexistas que se transmiten degeneración en generación.
Esto evidencia su máxima intención de otorgar al Estado el principio y potestad en la educación de los hijos. Hecho palpable ya en el Gobierno de España como podemos apreciar en las declaraciones de la Ministra de Educación, Isabel Celaa:
Dando por sentado que les pertenece a ellos, por lo tanto, el derecho a educarlos según su ideología política, social, de género o de lo que les de la gana enseñarles.
Pero si aún no te ha quedado muy claro el concepto que busca la educación en igualdad de género, esta frase de Gayle Rubin en su ensayo «La trata de mujeres: notas sobre la economía política del sexo» del año 1975, referente entre otras, del feminismo de género, te puede sacar de las dudas:
«…El sueño que me parece más atractivo es el de una sociedad andrógina y sin género, en que la anatomía sexual no tenga ninguna importancia para lo que uno es, lo que hace y con quién hace el amor”
¡Qué mala es la envidia cuando uno no se valora así mismo ni sabe apreciar las inmensas virtudes y cualidades que tiene!
Puedes ver este mismo artículo en el canal de YouTube Educando con Fe y Razón
Seguiremos con este tema tan interesante en otras publicaciones, mientras tanto…
un saludo, la paz y hasta muy pronto:
ALICIA BEATRIZ MONTES FERRER