Cristóbal Colón, junto con sus valientes tripulantes, llegaron a América desde España el día 12 de Octubre de 1492, día que comenzó la HISPANIDAD. Desde entonces muchos españoles fueron a esa Nueva España y allí, en Hispanoamérica, se extendió el catolicismo como veremos.
La Reina Isabel, una mujer con una gran fe, tuvo mucho interés por que se respetaran a los indígenas y que se les ayudara en todo lo necesario, lo cual podemos encontrar en su testamento antes de morir o las llamadas “Leyes de indias”.
Muchos religiosos dejaron toda su vida en España para evangelizar este hermoso territorio, se quedaron a vivir con los indios e incluso dieron su vida muriendo mártires defendiendo la fe católica.
En este recién descubierto continente, dominaban los pueblos aztecas, incas o mayas. Tenían por costumbre ofrecer a sus dioses personas, para ello las sacrificaban. Los misioneros y colonizadores españoles trataron de defenderlos de esas tradiciones tan terribles, inculcándoles una cultura civilizada, el respeto a la vida y la dignidad humana. La Iglesia siempre defendió a estos pueblos indígenas.
El catolicismo se fue extendiendo gracias a los soldados y los misioneros
Durante los primeros años ocurrieron enfrentamientos duros, pero los militares siempre llevaban como símbolo la Cruz de Cristo porque eran muy creyentes. Se considera que ellos fueron los primeros en evangelizar antes de la llegada de los misioneros españoles.
Desde el principio y a lo largo de los siguientes años, el primer propósito que tuvieron los religiosos católicos que fueron llegando a Hispanoamérica, era el de evangelizar, que es la misión de la Iglesia católica ¿qué mejor manera de ayudar a las personas que enseñándoles el amor y el perdón que nos enseña Dios y a alcanzar la Vida Eterna? Lo hicieron mediante la educación y el servicio. Los primeros en llegar fueron los franciscanos, seguidos de los dominicos, jesuitas y los carmelitas descalzos.
Los misioneros católicos, como por ejemplo entre otros muchos, Bartolomé de las Casas o Jerónimo Ramón Pané, al que algunos consideran el primer evangelizador, trabajaron para que no hubiera racismo contra los nativos y por la liberación de los pueblos oprimidos y esclavizados. El primer convento de América del sur, se construyó en Perú y rápidamente surgieron muchos más por las tierras de Hispanoamérica.
Aprendieron sus lenguas para poder comunicarse e integrarse con ellos mejor.
Se han encontrado gran cantidad de diccionarios y libros de gramática, así como sermones y catecismos de la Iglesia, traducidos a sus lenguas nativas. También en Hispanoamérica encontramos muchos colegios, orfanatos, universidades, iglesias y monumentos de estos años de evangelización
Como a los nativos les gustaban mucho las ceremonias, dedicaron muchas fiestas a los Santos y la Virgen María.
Podemos encontrar las huellas del catolicismo en el nombre de algunas de las tierras conquistadas, como, por ejemplo: San Salvador, la primera isla que se encontró, La Concepción, Santo Domingo o Trinidad.
Sin duda a todos los hispanos nos une, no solo la misma lengua, el español y el legado cultural que subsiste allí hace siglos, si no nuestra misma fe, el catolicismo, y juntos podemos proclamar: ¡Viva la HISPANIDAD!
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