EL HOMBRE DESPRECIA A DIOS DE SU VIDA Si prestamos atención a nuestro alrededor no es dificil observar que nuestras sociedades son muy progres, tecnológicamente hablado, pero están vacías de valores. Donde el hombre, autoproclamado superhombre aparta a Dios de su vida para proclamarse así mismo dios. El desprecio del hombre hacia Dios no es algo nuevo, sí que lo es, en cambio, el vacío interior de los valores humanizadores que defienden la dignidad humana, la vida. Antes, incluso los no creyentes, en general defendían unos principios universalmente válidos, una verdad intocable, inviolable para todos, el respeto a la vida humana, el respeto hacia el otro, la capacidad de sacrificio…