Defensa de la Vida humana

¿Es la persona humana un animal en evolución?

¿Es la persona humana un animal en evolución?

¿Qué es la persona humana?

¿Qué la hace diferente de los demás seres vivos que habitan en el mundo?

¿Es la persona un ser perteneciente a una especie humana específica desde su origen o es el resultado de la evolución de la especie animal que dió lugar a una especie más avanzada?

Conocer la verdad de qué es la persona humana es sumamente importante.

Quizás esta cuestión a algunos os pueda parecer una tontería pero dependiendo de si realmente sabes quién eres, actuarás en tú vida hacia un fin u otro. Por lo tanto, tú comportamiento será uno u otro…

Saber esto implicará valorar y respetar a las personas de una manera u otra, y por supuesto, a ti mismo…

Y esto no es ninguna tontería, están en juego tú vida y la de los demás!!

¿Cuándo se puede considerar a alguien persona?

Antes de entrar a valorar sus características, quisiera detenerme brevemente en exponer el origen del concepto de persona

¿Se es persona desde el nacimiento o antes desde el seno materno ya se puede considerar como tal?.

Este aspecto es importante tenerlo bien claro. Hay quienes sostienen que antes de determinadas semanas del embarazo tan sólo hay una especie de amasijo de células. ¿Quiénes principalmente podrán opinar así? Como ya supondrás, los partidarios del aborto.

La mayoría de la comunidad biosanitaria está de acuerdo en que la vida humana contenida en el seno materno es un proceso continuo, y su comienzo sólo puede estar en la fecundación.

En cualquier otro momento sucesivo del embarazo tras ese instante únicamente se produce el desarrollo de lo que ya se inició como humano.

A su vez tenemos hechos que demuestran que los datos embriológicos permiten afirmar que desde el momento de la fecundación el embrión posee vida humana, por lo que merece ser respetada debida a su propia dignidad.

Gran parte de la tradición científica considera que algunas de las características de la vida embrionaria serían la novedad biológica, la unidad, la continuidad, la autonomía, la especificidad y la historicidad o biografía.
Pues bien, la continuidad nos permite admitir que no existe ningún salto cualitativo desde la fecundación hasta la muerte.

Maravilloso!!, no crees?. No puede decirse que en un momento es una cosa y más adelante otra diferente. Su desarrollo es cuantitativo y está previsto principalmente en el genoma.

Desde la fecundación existe un individuo de la especie humana que se va desarrollando de manera continua.

¿Es la persona un animal en evolución?

Veamos ahora, tras esta aclaración, los rasgos, sumamente fundamentales, que hacen de ella, alguien diferente y superior al mundo animal y vegetal.

Si observamos detenidamente todas sus peculiaridades tan sólo propias de la naturaleza humana, no nos puede quedar otra alternativa que abrir la mente y apreciar que hay algo que vá más allá del mundo natural en sí y que la sitúa en otro nivel dentro de una jerarquía universal.

Haciendo un muy rapidísimo recorrido en líneas generales, para lo que me servirá de guía el profesor D. Tomás Melendo, podemos afirmar de la persona que es aquella que:

Posee un cuerpo vivo:

La persona tiene sus propiedades biológicas en el que tienen cabida lo relativo a lo sensitivo. Es materia, naturaleza física.

Tiene su propia alma.

La cual incluiría los aspectos racionales, la inteligencia y la voluntad, así como lo volutivo de la persona.

Es un ser trascendetal.

Su vida se dirige hacia un futuro eterno. Tiene un sentido. (En este artículo hablo sobre la creación de las personas)

Es afectividad.

Son las reacciones psíquicas de agrado o desagrado, de amor u odio, por ejemplo, que poseé la persona. Incluyendo sus estados emocionales, sentimientos o pasión.

Tiene conciencia moral.

La voz de Dios resuena muchas veces en nuestra conciencia para indicarnos cómo actuar hacia lo bueno, el bien. ¿No te ha remordido la conciencia cuando has hecho algo que no debías? pues ya sabes porqué.

Es un ser libre.

Dicha libertad le viene de su propia dignidad. No hemos sido creados como marionetas manejados por un ser superior. Podemos usar de nuestra libertad para el bien o  para el mal. Podemos amar más, que es el fin de nuestra vida o podemos hacer daño.


  • Si te interesa este tema y quieres saber más no te pierdas este artículo que en forma de cuento explica en qué consiste la libertad y la esclavitud: El ruiseñor enjaulado.

La personas es apertura.

Esto incluye su dimensión social, su relación con los otros seres humanos. La comunicación con los demás es fundamental y también con Dios. No se puede vivir en soledad ni tampoco vivir pensando en uno mismo egoístamente.

Tiene individualidad.

Esto le distingue del resto de personas: un ser único, irrepetible e insustituible. Tu biografía, tu historia… es única.

Es un ser sexuado.

La individualidad se hace patente en la realidad del ser como varón o como mujer. Fuera de estos dos sexos lo que hay son ilusiones, pensamientos o sentimientos propiciados por la ideología de género. La persona humana tiene feminidad y masculinidad, los cuales son un complemento perfecto cuando están juntos.

Es un valor absoluto.

No tenemos las personas más o menos valor según las circunstancias. Si somos jóvenes y fuertes no tenemos más valor que cuando seamos ancianos y andemos cojeando. Nuestro valor es supremo y absoluto.

La persona tiene una inmensa capacidad de amar.

Podemos salir de nosotros mismos para darles a los demás lo mejor de cada uno y hacerles el bien desinteresadamente. Los animales no salen buscando el bien de los otros. Un perro cuando busca a su amo no es por amor, sino por afectos, instintos, buscando comida, caricias…

¿Se te ocurren más? Déja tu opinión más abajo.

Tras estas características, nos debemos de preguntar ¿cuales de ellas poseén los animales? Salvo las cualidades físicas evidentes de la materia corporal yo diría que ninguna.

Pero la exposición de lo que es la persona no acaba aquí. No debemos olvidar que de nuestra dignidad humana proviene el hecho de que no podemos utilizar a las personas para lograr un fin. No somos un medio. No somos algo que se usa al antojo o conveniencia. No puedes usar a un amigo para que te presente a esa chica que te gusta  y luego dejarlo tirado.

No puedes usar el cuerpo del otro para buscar tu placer. Estas actitudes hacen mucho daño, a tí y a los demás.


Si quieres profundizar en este tema no dejes de leer este artículo de mi blog y comentar qué te parece: ¿Te dejas utilizar como unos zapatos viejos? Descúbrelo.


Todo esto me recuerda a una afirmación que encontramos en el YouCat, en el nº 56:

El hombre tiene una posición privilegiada en la Creación.

Las personas podemos y debemos emplear la voluntad y la inteligencia en todas las decisiones. Libremente podemos elegir a favor o en contra del amor. Esto, por mucho que se empeñen los animales, no pueden hacerlo. Sólo pueden dejarse llevar por sus instintos y lo que han aprendido por repetición de conductas.

Las personas hemos sido creadas a imagen de Dios ¿Qué quiere decir esto?. Ni más ni menos que tenemos un alma que nos invita constantemente a caminar en busca del amor de nuestro Creador para conocerle y amarle.

Tenemos la capacidad de amar inscrita en nuestro interior porque Dios es amor.

Todos buscamos ser amados pero no todos saben que esa ansia de amor tan sólo puede ser llenada por Dios.

Podemos amar. Los animales son incapaces aunque algunos crean lo contrario.

Si fuésemos como animales, pero como un nivel de razonamiento superior, como hay quienes sostienen, deberíamos dejarnos llevar por los instintos.

Así podríamos comer descontroladamente, hacer nuestras necesidades en cualquier parte… También, por qué no, podrías pegarle un puñetazo al que pasa a tu lado porque tiene una chaqueta super hortera o lanzarte a por esos bollitos de chocolate recién hechos que has visto en la panadería de tu barrio. Si somos animales, ¡actuemos como tales!.

Sin embargo, sabemos que hay normas que cumplir y para ello está la voluntad de la que carecen los animales.

También sería razonable deshacernos de los hijos que no nos convienen. Tal es el caso de los abortos. Si te viene mal el embarazo, si el hijo viene enfermo o con alguna malformación… no importaría. Los animales no pueden amar a sus hijos, así que nosotros, a semejanza de ellos, tampoco podríamos…

No obstante los animales sí que respetan a sus mayores y en nuestras sociedades los ancianos son cada vez más marginados y desprotegidos. Tan sólo les valen a los políticos para sumar votos. A veces incluso actuamos peor que los animales…

Te dejo aquí para terminar estas palabras del Papa Benedicto XVI que nos puede ayudar a reflexionar sobre quienes somos realmente las personas:

«Nosotros no somos el producto casual y sin sentido de la evolución. Cada uno de nosotros es el fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno es deseado, es amado, es necesario»

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Un saludo, la Paz y hasta pronto!!

 

ALICIA BEATRIZ MONTES FERRER

 

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