Desde este humilde blog, os deseo una muy feliz Navidad.
En este último año hemos sido testigos de un acontecimiento que a todos nos ha influido de una manera u otra. Hemos experimentado momentos de angustia, de ansiedad, de dolor, de sufrimiento, de miedo y de incertidumbres. Las dudas y la preocupación nos han invadido en no pocas ocasiones.
Pero llega la Navidad, el verdadero acontecimiento que transforma todas esas sensaciones en esperanza.
Dios mismo se ha hecho hombre para liberarnos de todo aquello que nos oprime. Nosotros, débiles y frágiles, nos aferramos a todo aquello que creemos nos va a dar la seguridad. Pero sólo hay UNO que nos puede realmente asegurar la verdadera felicidad que ansiamos.
La Navidad es un encuentro profundo con el Amor de Dios.
Por esto, os deseo que nunca olvidemos que el verdadero sentido de nuestra vida se encuentra en Cristo. Este Niño Dios nació en medio de la precariedad. María y José experimentaron el no tener nada, el no saber donde cobijarse ni qué futuro les esperaba. Se pusieron en manos de nuestro Padre y Él les fue abriendo el camino.
Nosotros también debemos poner nuestra fe en Dios que nos va guiando por medio de los acontecimientos que nos suceden. En esta Navidad, celebramos que este Dios humilde y sencillo, ha bajado a nuestra vida para encontrarse con cada uno de nosotros.
Sólo su amor puede transformar nuestros miedos y sufrimientos en una alegría que nunca acaba.
Espero que estos días sean maravillosos y la Navidad tenga un significado profundo en cada uno de vosotros.
Un saludo, la Paz y hasta muy pronto:
ALICIA BEATRIZ MONTES FERRER