Virgen de Nuestra Sra de Guadalupe
Virgen María

Mensaje de la Virgen de Guadalupe

Hoy 12 de Diciembre toda la Iglesia está de fiesta por el día de la VIRGEN DE GUADALUPE.

Sobre todo en toda América Latina.

La Virgen de Guadalupe nos trae un fantástico mensaje para todos nosotros de la mano del Papa Pablo VI.

No te pierdas su gran riqueza, enfocada sobre todo, desde una perspectiva social y cultural, frente a tantas injusticias y necesidades..

Antes de exponer este mensaje de la Virgen de Guadalupe, detengámonos un momento en un pequeño resumen sobre su historia.

¿De donde proviene la tradición de la veneración a la Virgen de Guadalupe?

Según una constante y sólida tradición, la imagen de la Virgen de Guadalupe, a raíz de su impresión en la tilma del indio Juan Diego en 1531, en la ciudad de México, permaneció algunos días en la capilla episcopal del obispo fray Juan de Zumárraga, y luego en el templo mayor.

El 26 de diciembre de ese mismo año fue trasladada solemnemente a una ermita construida al pie del cerro del Tepeyac.

basilica Nuestra Señora de Guadalupe

Su culto se propagó rápidamente e influyó mucho para la difusión de la fe entre los indígenas.

Después de habérsele construido sucesivamente otros tres templos al pie del cerro, se construyó el actual, que fue terminado en 1709 y elevado a la categoría de Basílica por san Pio X en 1904.

En 1754, Benedicto XIV confirmó el patronato de la Virgen de Guadalupe sobre toda la Nueva España (desde Arizona hasta Costa Rica) y concedió la primera misa y Oficio propios.

Puerto Rico la proclamó su Patrona en 1758.

El 12 de octubre de 1895 tuvo lugar la coronación pontificia de la imagen, concedida por León XIII, el cual había aprobado un año antes un nuevo Oficio propio.

San Pio X, en 1910, la proclamó Patrona de la América Latina.

En 1935 Pio XI la nombró Patrona de las Islas Filipinas.

En 1945, Pio XII le dio el título de Emperatríz de América.

 

EL MENSAJE DE LA VIRGEN NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE AL PUEBLO MEXICANO

El 18 de Octubre de 1970, el Papa Pablo VI, expresó un profundo mensaje a este querido pueblo mexicano, por motivo de la celebración de la Virgen de Guadalupe.

Aunque el mensaje estaba en el contexto mexicano y han transcurrido muchos años, goza de una gran actualidad y universalidad para todos los cristianos.

Os invito a leer estas palabras que nos pueden ayudar enormemente a reflexionar  sobre nuestra misión como cristianos.

Haciéndonos presente que también nosotros debemos participar en la vida social para hacer presente el amor de Dios.

Luchando contra las injusticias, el hambre, las necesidades… de un modo humilde a imagen de María, presente en este día en la Virgen de Guadalupe.

El mejor homenaje a María: AMAR A DIOS Y AL PRÓJIMO


«Amadísimos hijos, deseamos unir nuestra voz a ese himno filial que el pueblo mexicano eleva hoy a la Madre de Dios.

La devoción a la Virgen Santísima de Guadalupe debe ser para todos vosotros una constante y particular exigencia de auténtica renovación cristiana.

La corona que ella espera de todos vosotros no es tanto una corona material, sino una preciosa corona espiritual, formada por un profundo amor a Cristo y por un sincero amor a todos los hombres: los dos mandamientos que resumen el mensaje evangélico. La misma Virgen Santísima, con su ejemplo, nos guía en estos dos caminos.

En primer lugar, nos pide que hagamos de Cristo el centro y la cumbre de toda nuestra vida cristiana.

Ella misma se oculta, con suprema humildad, para que la figura de su Hijo aparezca a los hombres con todo su incomparable fulgor.

Por eso, la misma devoción mariana alcanza su plenitud y su expresión más exacta cuando es un camino hacia el Señor y dirige todo el amor hacia él. Como ella supo hacerlo, al entrelazar en un mismo impulso la ternura de madre y la piedad de creatura.

Pero además, y precisamente porque amaba tan entrañablemente a Cristo, nuestra Madre cumplió cabalmente ese segundo mandamiento.

Debe ser la norma de todas las relaciones humanas: el amor al prójimo.

¡Qué bella y delicada intervención de María en las bodas de Caná, cuando mueve a su Hijo a realizar el primer milagro de convertir el agua en vino, sólo para ayudar a aquellos jóvenes esposos!

La Virgen de Guadalupe es un signo para la humanidad.

Es todo un signo del constante amor de la Virgen Santísima por la humanidad necesitada. Y debe ser un ejemplo para todos los que quieren considerarse verdaderamente hijos suyos.

Un cristiano no puede menos que demostrar su solidaridad para solucionar la situación de aquellos a quienes aún no ha llegado el pan de la cultura o la oportunidad de un trabajo honorable y justamente remunerado.

No puede quedar insensible mientras las nuevas generaciones no encuentren el cauce para hacer realidad sus legítimas aspiraciones, y mientras una parte de la humanidad siga estando marginada a las ventajas de la civilización y del progreso.

Por ese motivo, en esta fiesta tan señalada os exhortamos de corazón a dar a vuestra vida cristiana un marcado sentido social -como pide el Concilio-.

Que os haga estar siempre en primera línea en todos los esfuerzos para el progreso. Así como en todas las iniciativas para mejorar la situación de los que sufren necesidad.

Ved en cada hombre un hermano, y en cada hermano, a Cristo. De manera que el amor a Dios y el amor al prójimo se unan en un mismo amor, vivo y operante. Es lo único que puede redimir las miserias del mundo, renovándolo en su raíz más honda: el corazón del hombre.

El que tiene mucho que sea consciente de su obligación de servir y de contribuir con generosidad para el bien de todos.

El que tiene poco o no tiene nada que, mediante la ayuda de una sociedad justa, se esfuerce en superarse y en elevarse a sí mismo y aun en cooperar al progreso de los que sufren su misma situación.

Y, todos, sentid el deber de uniros fraternalmente para ayudar a forjar ese mundo nuevo que anhela la humanidad.

Esto es lo que hoy os pide la Virgen de Guadalupe, ésta la fidelidad al Evangelio, de la que ella supo ser el ejemplo eminente.

Sobre vosotros, muy queridos hijos, imploramos confiado la maternal benevolencia de la Madre de Dios y Madre de la Iglesia. Para que siga protegiendo a vuestra nación y la dirija e impulse cada vez más por los caminos del progreso, del amor fraterno y de la pacífica convivencia«.

 

Espero que la Virgen de Guadalupe nos ayude a todos a gozar de una verdadera vida al servicio por amor de los demás. Atentos a las necesidades de tantos que nos rodean y no tan sólo de las necesidades materiales, si no también, y sobre todo, las espirituales que tan sólo Dios colma plenamente.

Toda esta información la podreis hallar en el Libro de la Liturgia de las horas de este día.

¡¡FELIZ DÍA DE LA VIRGEN DE GUADALUPE!!

NO TE OLVIDES COMPARTIRLO CON TUS SERES QUERIDOS

 

Un saludo, la Paz y hasta pronto!!

 

ALICIA BEATRIZ MONTES FERRER

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