Qué es la conversión. Tiempo de cuaresma
Cuaresma y Semana Santa

Qué es la CONVERSIÓN. Tiempo de CUARESMA

La conversión en tiempo de Cuaresma.

El miércoles de ceniza, una de las frases que pronuncia el sacerdote mientras nos pone la ceniza en la frente haciendo la señal de la Cruz es: convierte y cree en el Evangelio. Pero, ¿sabes lo que significa la conversión?

Los profetas nos hablan de la conversión

El profeta Elías hablaba al pueblo de Israel de la conversión del corazón, porque algunos habían dejado de confiar en Dios y creían que otros dioses les iban a dar la felicidad. Y eso nos ocurre a nosotros muchas veces. Dios, que es nuestro Padre del Cielo, nos ama, nos cuida y nos enseña cómo ser muy felices.

Pero nosotros buscamos la felicidad en otras cosas, que se pueden convertir como en ídolos o dioses para nosotros. Por ejemplo: buscamos que nos admiren por lo bien que hacemos las cosas y así ponemos la confianza en el afecto que queremos tener de ellos. Tener fama o éxito en el fondo nos lleva creer sentirnos mejor. Hay quienes ponen su esfuerzo diario en tener mucho dinero o un cuerpo perfecto, y creen que si lo consiguen van a ser más felices. Todo esto nos hace esclavos de una vida pendiente de esas cosas y Dios quiere que vivamos libres y felices. Ponemos la seguridad en esos ídolos que nos hemos fabricado y no en Dios, nuestro verdadero Señor.

La conversión del corazón

La conversión es reconocer que sólo Dios nos puede llenar toda nuestra vida de amor auténtico.

Es reconocer que lo demás es superficial y pasará, pero Dios siempre estará con nosotros. Es reconocer que nos equivocamos y tenemos limitaciones y que Dios es el único que nos ama así, sin echarnos en cara nuestros errores.

Convertirse en transformar nuestro corazón en un corazón que ame a Dios por encima de todo lo demás, que ame a los demás, perdonando a los que nos hacen daño, nos hacen sufrir o no nos aman. El profeta Joel nos habla del arrepentimiento del pecado como algo necesario para convertirnos.

La oración interior transforma nuestra vida

La conversión, nos decía el Papa Benedicto XVI, es rezar constantemente a Dios, para estar muy unidos a Él. Es adorarle a Él como nuestro Padre y Señor y, de esta manera, nuestro corazón será capaz de amar a los demás y darnos por amor a ellos, haciendo siempre el bien a nuestro alrededor.

Nuestro corazón está lleno de maldades: ofendemos, mentimos, desobedecemos… esos son los pecados que nos ponen el corazón duro como una piedra, por esto, convertirse es cambiar este corazón lleno de pecado, por un corazón limpio y puro lleno del amor de Dios.

El salmo 94 que se reza todas las mañanas, nos invita a transformar nuestro corazón escuchando cada día la voz de Dios para poder conocer su voluntad:

“Si hoy escucháis su voz, no endurezcáis el corazón”.

Así que te animo a vivir cada día pidiéndole el Espíritu Santo a Dios que nos ayudará a convertirnos en auténticos cristianos.

Un saludo, la Paz y hasta muy pronto:

ALICIA BEATRIZ MONTES FERRER

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