¿Alguna vez no te has preguntado qué es ser cristiano?
Quizás no de un modo explícito pero sí que hay muchas personas y, sobre todo adolescentes, que el ser cristiano les hace interrogarse en más de una ocasión sobre su sentido.
Por esto, me ha parecido super interesante que veamos qué es ser cristiano y si se puede ser creyente sin que los demás piensen que eres el rarito.
Hace uno días un chico me comentaba que le daba vergüenza decir a sus compañeros de clase que tenía que salir un poco antes, por la tarde, porque iba a una celebración a la parroquia.
Esto me entristeció y me hizo qué pensar…
Se puede ser budista, hacer reiky invocando unas energías o hacer yoga, ser musulmán y rezar 5 veces al día mirando a la Meca e incluso ser ateo o indiferente y todo esto está mucho mejor visto que si se dice ser cristiano.
Sí, sí, así está el panorama: formar parte de algún grupo parroquial, ir a misa, rezar… en fín, nada fuera de lo normal, lo que suele hacer cualquier cristiano desde hace ya bastantes siglos… esto, parece ser que no está de moda.
¿Por qué cuesta tanto públicamente ser cristiano?
¿Es tan vergonzoso decir que seguimos los pasos de Cristo? ¿Es algo malo acaso? ¿Hacemos daño a alguien?.
La adolescencia es una etapa en la vida en la que uno está comenzando a descubrir su propia identidad, así mismo y al mundo que le rodea. Para ello siente una gran necesidad de sentirse aceptado por los demás.
Pueden surgir complejos, muchas veces infundados, dudas, miedos… aún los criterios y principios por los que guiar la vida, no se tienen muy claros.
Entiendo que si te rodeas de amistades que no comparten tu misma fe, es duro tener que sufrir alguna burla, incomprensión o malas caras.
Te recomiendo ese artículo si deseas ampliar información ¿Qué tipo de amistades conviene?
Sin embargo, no debemos olvidar que Jesús nos dijo en las Bienaventuranzas:
«Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que son perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos».
La Iglesia católica, el cristianismo, ha sido perseguida desde los orígenes de sus tiempos.
Actualmente en nuestra sociedad es bastante palpable: vemos como hay una gran censura hacia todo lo que huela a ser cristiano. Faltas graves de libertad religiosa visibilizadas en variadas formas, en ocasiones encubiertas, tras la excusa de la laicidad y aconfesionalidad.
Mal empleados, por cierto, por ignorancia. (Términos que precisamente significan que tienen cabida múltiples confesiones religiosas, en armonia, sin que sea una en concreto la obligatoria a seguir).
Hay mucha tolerancia ciega hacia todas las demás ideologías y creencias por muy absurdas que puedan llegar a ser.
Se hacen chistes, burlas y hasta insultos hacia lo cristiano sin atisbo de respeto.
Y si se te ocurre molestarte, entonces sí que eres señalado como un radical, sin sentido del humor, exagerado, censurador, cortarrollos, retrógrado, sensiblón…. ¿no crees?. Vamos, ¡¡ que no pasas desapercibido si defiendes el ser cristiano!!
Ser cristiano no es una moda, algo que te pones y te quitas según te apetezca cada día o en cada situación. No es algo que decidas porque es muy guay, porque te mola, porque te llama la atención esa religión o porque te gusta mucho ir a misa y cantar en el coro…
Tampoco son ideas que se tengan o el pensar simplemente que Dios existe te hace ser cristiano.
¿Qué es ser cristiano?
Ser cristiano es algo fantástico!!
El ser cristiano va inscrito en la personalidad de la persona
Es un estilo de vida único, genuino, peculiar, diferente a todo lo que vemos a nuestro alrededor.
Es ser original, creativo…
Ser cristiano es una novedad cada día, es un vivir aquí pero sin ser de aquí.
Es una gran aventura que no termina en este mundo si no que te lanza al más allá, a la Vida Eterna.
Ser cristiano es vivir siguiendo los pasos de Cristo Jesús. Es tenerle a Él siempre como amigo, sobre todo cuando los demás te dan la espalda.
Es comenzar a experimentar un gran gozo, envidiable por tantos que viven tristes, sin saber cómo salir de esa apatía que les inunda.
Hay muchas personas que intentan llenar sus días de felicidad con alguien que les quiera, les de cariñito, colme sus anhelos, rompa su soledad…
También las hay que la buscan en los deportes destacar siendo el mejor, tener un cuerpo de modelo, éxito entre los amigos, las chicas, el dinero, en el trabajo…
Sin embargo, cuando transcurre el tiempo se dan cuenta de que nada de eso les satisface por lo que siguen buscando más y más esa felicidad. Algunos, por desgracia, caen en el enganche con algo que les haga olvidar que su vida no les gusta como es el alcohol, drogas, fiestas desmedidas, deporte practicado compulsivamente… o se dejan vencer por esa depresión y melancolía que sienten aplastante en su interior.
Esas personas, al ver a un cristiano feliz, se interrogan cómo es posible eso.
Ser cristiano no es algo que hayamos elegido nosotros. Tampoco algo que tus padres o abuelos te han obligado a creer o algo que por simple tradición se es en la familia.
¡NO! Ser cristiano es formar parte de un Pueblo que ha sido elegido por Dios. Cada uno de nosotros hemos sido señalados por Su dedo y escogidos para ser miembros de este Pueblo.
¿Para qué se ha empeñado Dios en cada uno de nosotros?
La razón de ser es la de llevar a cabo una «gran misión»: ser sus instrumentos para poder llevar a todos el AMOR DE DIOS que cambia el corazón de las personas y devuelve la alegría y el sentido de la vida.
Para anunciar a todos que es cierto, que Jesucristo está vivo, que no es un invento ni un modo de enajenación mental.
Anunciar que HA RESUCITADO y está entre nosotros, en tu clase, en tu trabajo, con tu familia, en ese pobre de la esquina…
Dios nuestro Padre nos ama con locura y tan sólo nos busca para hacernos felices.
¿Cómo decirle a tantos jóvenes, tantas personas, que Cristo les está esperando?
Dios te ha elegido, de entre todos tus amigos, de entre todos tus compañeros o familiares, para llevar a cabo esa misión.
Por medio de tu vida vida normal pueden conocer a Dios que todo lo puede.
Quizás si ven que vas a la parroquia, que asistes a la Eucarístía, la gran fiesta de la semana, y ven que rezas con un trato íntimo y cercano con Jesús, quizás así puedes ser un signo importante para ellos.
Verán que alguien siendo como los demás, puede llevar una vida distinta: ser cristiano sin parecer raro.
Podrán ver en tí que perdonas, que no devuelves el mal o una injusticia. Podrán percibir algo distinto que les hará cuestionarse qué es.
Pero a la vez, esta vida se muestra diferente y en el fondo, pueden percibir que ser cristiano es de valientes. Incluso puede que sientan cierta envidia porque tener esa fe firme, no lo olvides, no cualquiera la tiene, es un Don, un regalo.
Ojalá podamos sentirnos privilegidos y orgullosos de ser cristianos.
Algunos sienten orgullo por pertenecer a un partido político determinado al que dedican muchas horas, a un equipo de fútbol al que animan con gran devoción, a ideologías, a colectivos o por tener un Ferrari…
Nosotros, los cristianos, tenemos algo mucho más grande que todo eso: haber conocido el amor de Dios. Haber sido elegidos por Él, lo cual «es con mucho lo mejor». Lo demás está bien con medida, pero es pasajero…
Estamos invitados al «banquete», la puerta aún está abierta…
Ayúdanos tú, querido Jesús, a permanecer firmes y fieles en la fe. A no contentarnos con migajas que ofrece este mundo teniendo exquisitos manjares en bandeja.
Si hay algún raro, es aquel que dice no creer en Dios pero si cree en sí mismo.
Los que piensan así son personas débiles, al igual que nosotros, con sus limitaciones pero no son realistas y creen que lo pueden todo en sus fuerzas.
Salir de cualquier dificultad, enfrentarse a los retos difíciles de la vida, consideran que pueden encontrar el sentido a lo que hacen por ellos mismos. Y si no lo encuentran actúan con indiferencia, aunque en el fondo no se puede permanecer impasible ante algo que no se comprende.
¿Quién les va a consolar en los momentos de tristeza, de sufrimientos, de enfados…? Nadie como Dios.
¿Quién les va a querer tal como son cuando ellos mismos fallan, cuando se equivocan, cuando no dan la talla…?
Nadie como Dios.
Dicen no creer en Dios pero si creen en cualquier ideología, pensamiento o persona que les vende la idea de que eso les va a dar la seguridad, el bienestar, la esperanza…
La palabra religión viene de «religare», unirse fuertemente a alguien o algo superior.
Las personas desde la antigüedad han buscado a ese ser superior que les pudiese dar una explicación de lo que les pasaba a ellos y a su mundo de alrededor. Han buscado en las religiones tener una vida asegurada.
El cristianismo NO ES UNA RELIGIÓN EN ESE SENTIDO.
El cristiano no busca a Dios, si no que Él se hace encontrar y nos busca, nos llama.
Ser cristiano es tener una experiencia con Dios vivo que sale a nuestro encuentro en el día a día por medio de los acontecimientos que suceden.
«Querido Jesús, ayúdanos a abrir el corazón para encontrarte… a no tener miedo a dar la cara por ti… a ser verdaderos cristianos»
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Un saludo, la paz y hasta muy pronto!!!
ALICIA BEATRIZ MONTES FERRER